Cómo tratar quemaduras solares
La exposición intensa y repetida a la luz UV puede llevar a quemaduras solares, manchas oscuras piel y aumentar el riesgo de cánceres de piel como el melanoma.
En una quemadura por el sol se observa piel enrojecida y dolorida.
Cualquier parte del cuerpo que esté expuesta puede quemarse. Las quemaduras por el sol se pueden prevenir haciendo un uso adecuado de los protectores solares y protegiéndonos del sol durante las horas centrales del día. Además, debes tener en cuenta que muchos medicamentos de uso común son fotosensibles, y la probabilidad de que tu piel se vea afectada por el sol es mayor como en el caso de tomar pastillas anticonceptivas.
Los signos y síntomas de las quemaduras por el sol pueden incluir:
- Cambios en el tono de la piel, como color rosado o enrojecimiento.
- Piel que se siente cálida o caliente al tacto.
- Dolor y sensibilidad.
- Hinchazón.
- Ampollas pequeñas llenas de líquido que pueden romperse.
- Dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, si la quemadura por el sol es grave.
- Dolor en los ojos o sensación como si tuvieran arenilla.
¿Qué debes hacer si tienes una quemadura solar?
- Bebe mucha agua para rehidratar tu cuerpo y tu piel.
- Toma una ducha con agua templada y aplica toallas húmedas a temperatura ambiente en la zona afectada.
- Aplica una loción calmante sobre la piel. El aloe vera es uno de los mejores remedios ya que es antiinflamatorio, cicatrizante y emoliente.
- Procura utilizar ropa holgada y a ser posible de algodón.
- Si tienes ampollas, lo mejor es no tocarlas y protegerlas con una gasa seca.
- Evita exponerte al sol durante los próximos dos días y hasta que notemos que la piel se ha recuperado.
- Utiliza after sun diariamente hasta que la piel vuelva a recuperarse.
- En el caso de que haya dolor se puede tomar Aspirina® o Gelocatil®.
Algunos remedios
caseros:
- Diluciones de vinagre en agua aplicadas en gasas o toallas empapadas ya que el ácido acético puede actuar evitando que una quemadura con ampollas se infecte.
- El té verde, aplicado en forma tópica, hace se reduzca el eritema.
- Las compresas frías empapadas en infusión de manzanilla tienen propiedades calmantes, astringentes y antibacterianas.
- La leche es otro de los remedios naturales que existen, ya que gracias a sus proteínas y al ácido láctico que contiene pueden ayudar a calmar la inflamación y favorece la renovación de las células.
Nunca utilices jabón ni agua fría para lavar la zona afectada.
Recuerda que si aparece infección, hinchazón grave, fiebre alta, desorientación, deshidratación o no mejoras a los pocos días debes acudir al médico.
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